Un maestro no es
simplemente aquel que detenta un saber. No es un experto, tal como
acostumbramos a concebir en la actualidad a los representantes del
saber. Un maestro es quien sabe conservar vivo el espíritu socrático
de la pregunta, y su enseñanza consiste en darnos la mejor prueba
de amor: lograr que aprendamos la única lección magistral que nos
pone en el camino de un saber verdadero, y que consiste en
percatarnos de que ninguna palabra puede decir toda la verdad.
Zygmunt Bauman. Gustavo
Dessel, El retorno del péndulo. FCE,
2014
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